La convocatoria al diálogo es un paso hacia un necesario nuevo tiempo de madurez y de responsabilidad que requiere la relación entre el Gobierno y la oposición luego de las elecciones del pasado 28 de junio, dónde la ciudadanía se expresó rechazando un modelo de crispación e intolerancia.
Luego del primer encuentro realizado esta semana en la Casa Rosada, al que asistieron representantes de la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica, el Socialismo y del CONFE, podemos decir que es auspicioso el diálogo, pero que la convocatoria debe ser sincera, y abordar los problemas más urgentes como la inflación, suba de tarifas, la emergencia sanitaria, desigualdad, pobreza y seguridad. En todos estos temas hemos trabajado en los últimos años, por ejemplo en seguridad es imperativo el reclamo por la autonomía porteña, para que se puedan articular políticas públicas de coordinación de los esfuerzos. El asesinato del policía Marcelo De Bernardi en Viel y Pedro Goyena el pasado sábado 11 pone de manifiesto el incremento de la violencia y la inseguridad, es imprescindible fijar una agenda común en el gobierno nacional y el de la ciudad para abordar con urgencia una estrategia eficaz para la seguridad de los porteños.
En salud hemos reclamado que se trabaje en la prevención, que los funcionarios den explicaciones sobre su accionar –a lo que están obligados por la misma Constitución Nacional- y que se trabaje en forma coordinada para enfrentar esta pandemia de Gripe A (H1N1) y las otras que siguen estando como el Dengue y el Mal de Chagas. Queremos que el ministro de Salud venga a Diputados.
Es urgente que se vean también otros temas que afectan a los ciudadanos como los excesivos aumentos de tarifas en gas y luz, el sinceramiento de las estadísticas oficiales con una reestructuración del INDEC y una fuerte preocupación para que no mueran chicos de hambre, que la desigualdad y pobreza no se profundicen.Desde el radicalismo siempre hemos demostrado respeto por las instituciones y fundamentalmente por el sistema democrático, por eso también participamos en encuentros para avanzar en una agenda legislativa común con distintas fuerzas con representación parlamentaria y la Comisión de Enlace que representa al sector agropecuario.
La convocatoria al diálogo está muy bien. Siempre es positivo el diálogo y el encuentro. El diálogo es útil si significa el primer paso para la búsqueda de consensos. Esperamos que así se entienda y que se aplique en función de un verdadero cambio de conductas y métodos, esperamos que en verdad preceda a una convivencia armónica y constructiva entre el gobierno, la oposición y la sociedad.
El parlamento es el ámbito de la construcción de esos consensos, veremos en los próximos días, si la invitación a conversar, se traduce hechos que ayuden a fortalecer la República, devolver la confianza y afianzar un futuro de desarrollo para el país.
Como segunda fuerza política a nivel nacional, nuestra obligación es poner responsabilidad en función de garantizar que la convocatoria no sea apenas un maquillaje sino que sirva para un cambio real, cumpliendo las expectativas de la sociedad que el 28 de junio lo reclamó a través del voto.